“¡Ay, Mary Jane!, ¿cómo hago para que los niños no se muevan en clase y se concentren?” ¡Cuántas veces no habré oído esto de profesores que he estado entrenando en el aula especialmente al principio cuando se están acostumbrando a dar clase! También es muy frecuente que lo digan los padres. La verdad es que para padres y para docentes el movimiento se ve como un inconveniente. En realidad puede ser todo lo contrario: un apoyo a su desarrollo cognitivo. Todos sabemos que moverse, se van a mover, como nosotros queremos o como ellos quieren. Pero es imposible evitar que los niños se muevan porque aprenden haciendo las cosas. ¡El movimiento les encanta! ¡Les divierte! Lo que aún no saben es cuánto les ayuda en su desarrollo cognitivo.