Los niños se alojan en casas con Mary Jane y profesores bilingües tutelados por ella que hacen el papel de “House Mothers o House Fathers.”
Dentro de las casas, viven el día a día de un hogar, aprendiendo a cocinar y a participar en la organización y tareas propias de la convivencia en familia. Los tutores facilitan el uso del inglés como medio de comunicación en todo momento.
Este ambiente de familia hace que se sientan protegidos y apoyados, lo cual es fundamental ya que les atenúa el esfuerzo que les supone estar inmersos en un país e idioma diferentes al suyo durante su estancia en Irlanda. Se consigue con esto que saquen el máximo provecho del aprendizaje del idioma académico y social dentro y fuera del aula y la casa y en todo momento sin que los niños se sientan aislados por completo de su mundo afectivo.